lunes, 9 de marzo de 2015

Jugar como un derecho.


En una sociedad tan inmediatista y veloz, cosas como jugar con nuestros niños y niñas se ha vuelto un real problema. Quizás te preguntes porque lo planteo de este modo y es que cuando hablo de jugar, no me refiero a pasarle el tablet o instalarle el juego en el play, sentarlo a ver películas o tv, como lamentablemente hoy en día miles de niños y niñas “juegan”, si no que hablo de ese compartir real entre el niño o niña y el adulto, donde se intercambian miradas, mensajes y emociones.

Es de gran importancia en el crecimiento de los niños o niñas que puedan poner en práctica el juego de una manera plena y completa, y así a través de este poder desarrollar habilidades y capacidades.

¿Para qué sirve el juego?

1. Crea experiencias positivas en la familia que ayuda en futuros conflictos que puedan presentarse.
2.  Promueve la capacidad de resolución de conflictos.
3. Desarrollar  vocabulario: aprender a comunicar sus sentimientos, pensamientos y necesidades.
4. Aprenden a interactuar con otros/as: respetar turnos y cómo reaccionar ante los sentimientos de otros.




También se debe tener en cuenta que a partir de los 2 años los niños y niñas desarrollan la capacidad de representar y es donde surgen los juegos de “hacer que..” , se da el juego imaginativo, donde los nuevos escenarios y roles aparecen, y el desarrollo de la imaginación y la creatividad es fundamental.

Como podemos ver, son capacidades y habilidades muy importantes para vivir en sociedad, el respeto a los otros, el poder transmitir claramente emociones y pensamientos, la capacidad de resolver los problemas que puedan ir surgiendo. Al no jugar realmente con nuestros niños y niñas, les estamos quitando el derecho a compartir con el resto de una manera sana y la oportunidad de manifestar sus intereses y opiniones.

Algunos tips sobre cómo jugar con nuestros niños y niñas que puedes tomar en cuenta, son los siguientes:
  • Iniciativa del niño/a: Es su hijo/a quien dirige el juego. No le enseñe algo nuevo, solo imítelo y en conjunto vayan creando cosas nuevas. 
  •  Marque el ritmo el niño/a: aunque repita una y otra vez lo mismo y eso aburra al adulto, respete sus tiempos y espere a que el niño/a cambie de acción.
  •  No competir: No compita con su hijo/a, déjelo ganar, lo importante es fomentar sus sentimientos de logro e independencia.
  • Momento de elogiar: es la ocasión para reforzar y  elogiar las características de su hijo/a.
  •   Comentarios descriptivos: No bombardee a preguntas a su hijo/a, solo describa lo que hacen.
  • Fomente la resolución de problemas: Dele confianza y apoyo cuando se presente un problema durante el juego. Anímelo y dele pistas de cómo solucionarlo.
  • Ponga atención: a veces los comportamientos negativos de los niños y niñas son la manifestación de la atención que necesitan de sus padres/madres. Este presente totalmente durante el juego, disfrute de ese tiempo con su hijo/a.
  • Fomente la creatividad y fantasía: Es el momento de echar a volar la imaginación.



          Por último, debemos recordar que como padres/madres/cuidadores somos el ejemplo más cercano que ellos/as tienen para imitar y frente a esto, es necesario preguntarnos: ¿Cómo actuamos nosotros mismos cuando jugamos con nuestros niños y niñas? ¿Somos capaces de improvisar un juego? ¿Necesitamos tener todo preparado, todo lo necesario? ¿Sin el tablet, el celular y el play, puedo generar un juego junto a un  niño?


         Es necesario que nos propongamos una pequeña rebelión en nuestras vidas en favor del juego imaginativo e improvisado, y que  al menos, por ciertos momentos, volvamos a ser niños.


Autor/a: Johana Toro D. || Psicóloga || ps.johanatoro@gmail.com

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